#2 Tecnología nostálgica, máquinas que dibujan y qué fue del coche autónomo
El regreso de la cámara digital compacta, inteligencia artificial generativa y la burbuja de los vehículos sin conductor.
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Los temas de este número son:
📷 El regreso de la cámara digital
En las últimas semanas, varios artículos como este del New York Times señalan que la cámara digital vieja es el último gadget de moda entre la Gen Z. Hablamos de esos modelos compactos que ofrecían resoluciones de 5 megapíxeles, cuando algunos smartphones de hoy en día ya ofrecen cincuenta. Entre los motivos que aducen las personas que las usan están la estética de baja fidelidad (imágenes ligeramente borrosas, sobreexpuestas, con la fecha y hora sobreimpresas) y la curiosidad por hacer algo sin tener que usar el móvil. A esto se suma que el año 2000 está de moda, por lo que todo lo que resuene a aquella época es susceptible de revival.

⚡ ¿Por qué ahora? En un momento u otro, todas las generaciones rescatan objetos de su infancia. Si uno se fija, se suele poner de moda lo que tiene unos 20 años de antigüedad, el tiempo mínimo para que algo pueda considerarse vintage. La fotografía es un sector fértil en cuanto a recuerdos. En las últimas décadas se han puesto de moda la lomografía, las polaroids e Instax, que aunque no es vieja, explota el mismo concepto. Pensándolo bien, incluso el primer Instagram es fruto de ello, con filtros que permitían simular la textura de las cámaras analógicas. La nostalgia es una categoría de consumo por sí misma, que tiene que ver con las emociones y la estética más que con la funcionalidad. Eso sí, también tiene que ver con el estatus. Poseer algo que ya no se vende y con lo que están jugando las celebrities e influencers del momento le añade al producto una capa de distinción, por irónica y posmoderna que sea. Otros artilugios rescatados recientemente son el móvil plegable y, sí, el tamagotchi.
✏️ John Berger y la inteligencia artificial
Puede que estemos llegando a la saturación de artículos sobre la IA generativa pero no podía dejar de escribir algo al respecto, más cuando hace años que tenía una idea en barbecho: ¿Qué pasa si juntas las teorías del crítico de arte John Berger con las creaciones de la IA? Berger tenía la teoría de que todos los dibujos se pueden clasificar en tres categorías: los que reflejan la realidad, los que son recuerdos y los que son fruto de la imaginación. Si es así ¿desde dónde dibujan las aplicaciones de IA generativas como DALL•E 2, Midjourney o Stable Difussion? Algunas divagaciones (y creo que respuestas) en este artículo que he escrito para el CCCBLab.
⚡ ¿Qué he aprendido investigando sobre IA? Siempre he sido algo escéptico con las promesas grandilocuentes sobre el futuro de la IA. Cuando se habla del tema, los argumentos suelen desembocar en un momento u otro en la idea de la singularidad, es decir, que algún día las máquinas desarrollarán su propia conciencia. Este pronóstico siempre me ha parecido una mezcla de ciencia-ficción e ideología de Silicon Valley, pero es cierto que algunos avances en IA emulan bien la inteligencia humana, lo que da alas a la idea. Ya existen cosas como las Redes Generativas Antagónicas (GAN, por sus siglas en inglés), algoritmos que aprenden sin supervisión humana y se corrigen unos a otros, llegando a conclusiones no previstas por las personas que los desarrollaron. Lo mejor que se puede decir en estos casos es “¿quién sabe?”. De momento hay que recordar que la intervención humana sigue siendo necesaria en aplicaciones de IA generativa como DALL·E 2 o ChatGPT.
🚗 Vehículos que se conducen solos
La buena gente de la editorial Bartebooth me hizo llegar ‘Coches, humanos y bordillos, aprendiendo a vivir juntos’, un ensayo de Urtzi Grau y Guillermo Ferández-Abascal sobre las implicaciones sociales del coche autónomo. Los autores señalan que se suele presentar a los vehículos sin conductor de una manera idealizada, circulando apaciblemente por las calles, conviviendo con la población. Sin embargo, su introducción en entornos urbanos es un proyecto que por naturaleza generan conflictos y que requieren de debates que tienen que ver con la seguridad, claro, pero también con el mapeo constante del entorno a través de sensores, la privacidad de la ciudadanía, la transformación del espacio público, la automatización… El libro reúne textos de diversos autores y sí, algunos de ellos hablan de bordillos, mostrando cómo sus funciones son múltiples: sirven para canalizar el agua, pero también son una pieza fundamental para la convivencia entre humanos y máquinas. Hacia el final del libro se suceden algunas de las reflexiones que me han parecido más interesantes, ya que ligan con la IA: ¿Quién es el agente en la conducción automática? Si la máquina decide la ruta y el humano la acata ¿se está intercambiando el rol del humano y el del robot?
⚡ ¿Qué fue del coche autónomo? Este ensayo me ha hecho reparar en cómo se han deshinchado las expectativas en torno al coche autónomo. El ritmo de las modas hace que olvidemos estas cosas, pero en torno a 2017 se pronosticaba una introducción de estos vehículos en las ciudades en cuestión de dos o tres años. El desafío era más ambicioso de lo que se imaginaba ya que, como analizan Grau y Fernández-Abascal, tiene unas implicaciones amplias y nada sencillas, que seguramente se infravaloran desde la visión únicamente tecnológica. Al final, que algo sea técnicamente posible es solo uno de los factores y lo que no está claro es que sea algo deseable, al menos al precio que ello implicaría. Hannah Fry lo describe así en ‘Hola mundo’:
“Si queremos tener coches plenamente autónomos, casi con toda certeza tendremos que limitar el número de conductores agresivos, camionetas de helados, niños jugando en la calle, señales de obras en la calzada, peatones problemáticos, vehículos de emergencia, ciclistas, vehículos de movilidad reducida y todos los demás elementos que tanto dificultan el problema de la autonomía. Esto no está mal pensado, pero resulta algo distinto de la forma en la que actualmente nos están vendiendo la idea”.
El futuro de esta tecnología pasa, probablemente, por dejar de pensar en coches privados que se conducen solos en todos los contextos (un sueño, por otro lado, muy acorde a la cultura estadounidense) e imaginar vehículos industriales o autobuses que circulen en entornos controlados y sólo bajo condiciones previsibles. Recordad, podéis comprar el libro editado por Bartlebooth en su página web.
Más información y otros enlaces interesantes
📹 Muy recomendable seguir a DOT CSV, un youtuber /divulgador de inteligencia artificial que me ha dado perspectivas interesantes sobre el tema.
🎈 “La burbuja del coche autónomo ha estallado”. Este episodio del podcast The Carbon Copy detalla de manera más exhaustiva por qué se han deshinchado las expectativas en este terreno.
📈 Meta-Tendencias 2023. El teórico cultural y responsable de prospectiva en Reddit, Matt Klein, ha publicado su meta-pronóstico de tendencias anual, que agrupa más de 50 informes realizados por otras organizaciones.
👚 Una estudiante sueca ha ideado una colección de ropa que se ajusta sola al cuerpo. Una de sus posibles aplicaciones sería ayudar a personas con movilidad reducida a vestirse. Quién sabe si prosperará, pero es un ejercicio curioso de diseño especulativo.
🐎 Caer del burro. Marie Kondo se ha dado cuenta de que más allá del orden, lo importante es disfrutar del tiempo que pasa con sus hijos en casa. Me ha hecho gracia, porque mencionaba sus métodos en mi penúltimo artículo para el CCCBLab, sobre la nueva economía de la introspección.
Una última cosa:

¡Hasta aquí esta edición de PROyekt! Si te ha gustado ¡recomiéndala en tus redes sociales! Y si todavía no lo has hecho…